jueves, 1 de mayo de 2014

PRIMERO DE MAYO 2014. CON NUESTROS Y NUESTRAS MÁRTIRES: A REAPROPIARNOS DE NUESTRAS HISTORIAS DE LUCHAS REIVINDICATIVAS, POLÍTICAS Y REVOLUCIONARIAS DE CLASE.








“La voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro
que cuantas palabras pudiera yo decir ahora".

August  Spies

Hoy, las trabajadoras y los trabajadores de todas las ciudades del mundo, conmemoramos los 128 años de ocurrido en Chicago el asesinato legal, por ahorcamiento, de dirigentes y trabajadores  comprometidos en la lucha por una jornada laboral de 8 horas, cuando eran obligados a trabajar 10, 12 y hasta 14 horas diarias.

Por esta demanda, radical en su tiempo, el movimiento obrero y trabajador pagaba sus exigencias de un trabajo digno y de calidad, por sueldos justos, por necesarios espacios para el desarrollo de la vida, la libertad y la felicidad, con la muerte del periodista estadounidensAlbert Parsons, de 39 años, de los periodistas alemanes Adolf Fischer, de 30 años y August Spies, de 31 años, y de Georg Engel, tipógrafo de 50 años.  Se agregaba a sus muertes la del carpintero alemán Lous Lingg, de 22 años, quien se suicidara antes en su celda.

Desde entonces, a lo largo de toda su historia de luchas, el movimiento obrero y de trabajadores manuales e intelectuales de Nuestramérica han tomado este día para moldear desde la memoria sus luchas presentes y sus desafíos futuros, en el rumbo histórico necesario para llegar a aquella sociedad que les es propia, aquella en la que el desarrollo de la vida y la felicidad humanas sean su núcleo fundante.


Vuelven a la memoria en este 1º de mayo las luchas autónomas, extrainstitucionales, de acciones directas del movimiento obrero y de trabajadores de finales del 1800 hasta la tercera década del 1900,  tras la consecución de sus reivindicaciones económicas y sociales, sin intermediaciones con el Estado y en clara confrontación de clases  con la burguesía, pero debilitado por las carencias de una teoría marxista nuestroamericana que asumiera las particularidades de nuestras formaciones sociales y sus estructura de clases, donde lo étnico y lo religioso tenían importancia, y debilitado también por formas de organización política que no soportaban el peso de una estrategia de poder y de un poder asentado en los pueblos, en los  obreros y obreras, trabajadores y trabajadoras, campesinos y masas populares que soportaban la nación.

También se procesan en este 1º de mayo los períodos de institucionalización de la lucha obrera y de los trabajadores, desde 1930 a 1973, en su doble vertiente: De un lado, aquella en que se limita a las luchas obreras y de trabajadores a los aspectos reivindicativos y sociales más inmediatos, alejadas de toda estrategia de poder  que las vinculara a sus demandas históricas de clase,  subordinadas a los partidos de la izquierda reformista de la época. De otro lado, desde los años 60 hasta mediados de los 70, aquella vertiente histórica que se constituyó desde la rearticulación de las luchas reivindicativas y sociales inmediatas con la lucha política de clase y con la lucha revolucionaria de clases, y con estrategias de poder que llegaron a concebirse y construirse en los territorios, en alianza efectiva con pueblos indígenas, pobladores, campesinos, trabajadores y trabajadoras, como las experiencias vividas en nuestro país en los Cordones Industriales y los Comando Comunales del Poder Popular.

El ciclo de las dictaduras militares como instrumentos del imperio en la destrucción de los movimientos obreros, de trabajadores y de las masas populares, y el asentamiento de las bases del modelo neoliberal y su impulso en nuestramérica, nos trajeron 1ºs  de mayo de lucha por la defensa de los derechos conquistados en ciclos anteriores y las condiciones básicas de sobrevida, a la vez que la lucha por los derechos humanos y por el fin a la dictadura y la reconstrucción de una sociedad plenamente democrática.

Los 1ºs de mayo que sucedieron a las dictaduras, ocultaban entre los carteles y las consignas y discursos de saludos a la democracia, un grueso acuerdo impuesto por el imperio a las dictaduras y a las llamadas burguesías nacionales, ya entonces transnacionalizadas.
Los modelos neoliberales sólo podían seguir rindiendo sus frutos al capital transnacional y a las burguesías locales transnacionalizadas, en condiciones de constituciones políticas y sistemas políticos no democráticos, o de democracia restringida, o de baja intensidad.

En esos contextos político institucionales se establecían por medio de códigos laborales ad – hoc,  las condiciones leoninas de sujeción de nuestras economías súper especializadas en lo demando por el mercado mundial,  globalizado desde los intereses de las transnacionales. Se reducía la actividad económica del país a unos pocos sectores con “ventajas comparativas en el mercado mundial” en los que la sub contratación, el trabajo precario e independiente y el vaciamiento de una masa de personas trabajadoras desde sectores productivos a actividades de comercio ambulante, presionaba el valor del salario y se limitaba de manera estricta la organización y la lucha sindical de obreros y trabajadores. 

El  1º de mayo de este año  encuentra a los pueblos que habitan Chile, a los  obreros y obreras, a los trabajadores y trabajadoras, a campesinos y campesinas y sectores medios y populares en general, en condiciones en las cuales pareciéramos estar obligados a optar entre alternativas dentro del modelo neoliberal – que es la causa de nuestros males -  cuyas únicas diferencias son la cara de pinochetistas trasnochados de unos  y las caras de mujeres amables de los otros. Los primeros que desean que nada cambie. Las segundas que quieren que cambie algo dentro del modelo neoliberal  -  dentro de su estructura modelada por el mercado y el lucro -   para que en definitiva este no cambie nada, en su esencia,  y se mantenga unos 30 años más.

Este 1º de mayo encuentra al viejo sindicalismo institucionalizado, carente de ideas de largo plazo, carente de proyectos estratégicos que vinculen las luchas inmediatas con las luchas históricas de pueblos, obreros, trabajadoras y masas populares aplastadas, desestructuradas por el neoliberalismo. Viejo sindicalismo cooptado por la representación política del neoliberalismo asentada en la nueva mayoría, que es el de la CUT, el del Colegio de Profesores, el de la Confusam, y que hace rimbombantes declaraciones sobre cambios que son solo menores - que mantienen la salud, la educación, la vivienda, la jubilación al arbitrio del mercado y del lucro -  y los cambios en la constitución política como acuerdos razonables entre un nuevo parlamento “más plural y diverso” y comisiones de especialistas, trabajando cínicamente en la manipulación, en la cooptación, en la subordinación de las luchas obreras, trabajadoras y populares, a sus intereses de minorías.

Este 1º de mayo encuentra  al nuevo sindicalismo en un proceso de reflexión, de reapropiación consciente de su historia,  de sus  luchas autónomas, extrainstitucionales, de acciones directas, de su primer período, hasta 1930. Sin intermediaciones con el Estado y en clara confrontación de clases  con el capitalismo neoliberal históricamente posible y su burguesía transnacional y transnacionalizada. De reapropiación de su memoria histórica en las luchas dadas entre los 60 y los 70,  buscando desde ellas la rearticulación de las luchas reivindicativas y sociales inmediatas - institucionales y extrainstitucionales - con la lucha política de clase y con la lucha revolucionaria de clases, y con estrategias de poder que pueda concebirse y construirse en los territorios, en alianza efectiva con pueblos indígenas, pobladores, campesinos, trabajadores y trabajadoras, en condiciones de usar las experiencias vividas en nuestro país en los Cordones Industriales y los Comandos Comunales del Poder Popular.

Hoy, este 1º de mayo, la teorización de nuestras propias experiencias de lucha y los aportes que nos vienen día a día de las vanguardias nuestroamericanas en la lucha democrática y por ello antineoliberal, anticapitalista y en rumbo al socialismo nuestroamericano - Venezuela, Bolivia y Ecuador – contribuyen de manera significativa a superar las carencias de antaño. La formulación y praxis de una  teoría marxista nuestroamericana que asuma las particularidades de nuestras formaciones sociales y sus estructura de clases, y nos permitan  avanzar en el diseño de estrategias que consideren la ruptura con la institucionalidad del neoliberalismo, la refundación democrática de nuestras sociedades y  la aventura compartida de iniciar la  transición  con  hacia la sociedad de la felicidad humana: el socialismo del siglo XXI, tienen mayor desarrollo que nunca antes.

No podemos seguir con 1ºs de mayo en los que, como decía Fidel el 1º de mayo de 1959, su conmemoración sólo consistiera en “una oportunidad para que los obreros desfilasen cargando cartelones, con alguna promesa de satisfacer esas o algunas de esas demandas… (los que) eran, al fin y al cabo, una tomadura de pelo para los trabajadores, que al otro año tenían que volver otra vez cargando los mismos carteles con las mismas demandas.  Y cuando obtenían algo no era porque se lo otorgaban graciosamente, sino porque se lo arrebataban luchando a brazo partido a través de las huelgas y de los movimientos organizados en pos de demandas económicas”.

Ya no es aquél tiempo de los 1ºs de mayo de subordinación. Aires de lucha nos convocan.

VIVA EL 1º DE MAYO

VIVAN LOS TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS

¡¡ARRIBA LAS Y LOS QUE LUCHAN CONTRA EL CAPITALISMO NEOLIBERAL, POR LA DEMOCRACIA Y POR EL SOCIALISMO NUESTROAMERICANO!!

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